SACaventuras.

Esta historia se basa en 3 chicas que tienen que luchar por salvar el mundo de bombas, guerreros, etc. Y poco a poco van conociendo a mas gente que les va a ayudar en su gran aventura.

viernes, 27 de junio de 2014

SACaventuras cap 3




Capitulo 3


EL BOSQUE




 *.*.*


-Está en Japonés.
 
-¿Y que pone?
 
-Mm… creo que pone… “Sora”
 
-¿Sora?
 
-Significa Cielo.
 
-Espera, pone algo más, mira ahí detrás- se lo mostré.
 
Todos miraron atentamente al brillante cristal, le dimos la vuelta y observamos atentos. “Recolección de cristales: tenéis que hallar el lugar donde se encontrará una nota escrita en azul. Para encontrarla deberéis de buscar entre unos de los grandes árboles de un bosque. Pero antes de eso, deberéis de encontrar un ordenador. Cuando lo encontréis buscar el botón que contiene y apretadlo. ¡Comenzad!”
 
Todos nos quedamos perplejos. No sabíamos cómo reaccionar a eso. Y encima, no había más pistas. Justo en ese momento tocó la alarma del colegio y el mundo real nos golpeó como una patada.
Todos nos miramos a la cara solo para leernos la mente, pensamos en hacer pellas, pero luego todos a la vez dijimos: “no…”.
 
*.*.*
 
Katuro y yo entramos a clase, y de nuevo levantamos las sospechas de nuestros compañeros. Mire hacia abajo avergonzada por todas las miradas que nos daban nuestros compañeros. Antes de empezar la clase, las chicas rápidamente me agarraron del brazo justo cuando yo estaba sentadita en mí, ahora, comodísimo sitio. ¿No me podían dejar descansar un maldito instante? No, tenía que ser ese mismo instante.
 
Ellas empezaron a hablarme.
 
-Oye Alba, ¿cómo es que el chico nuevo y tú os lleváis tan bien?
 
-Yo quiero conocerlo
 
-Sí, y yo. -dijeron soltando una risita.
 
“Idiotas” esa era la palabra que las definía a todas y cada una de ellas. ¿Porqué les importaba tanto que yo fuera amiga de Katuro? además, no me importaba que ellas hablasen con él, pero… por otra parte, no quería que presionasen a Katuro, el era nuevo y… sabía cómo se sentía.
 
Cuando parecía que se relajaron un poco, me distancie de ellas y me fui a mi sitio, ¿Cómo era que el 
profesor tardaba tanto?, la verdad, no es que me importase mucho.
 
-Alba, mira, he hecho un mapa para cuando salgamos de clase para ir a buscar el ordenador.
 
-Shhh, no hables de eso ahora y aquí, la gente te va a oír…
-Bale –me miró sonriente. Parecía que no le importaba que le mandase a callar o que le ordenara algo… Me recordaba, vagamente, a un perro.
 
*.*.*
 
Nos encontrábamos en frente de la puerta del colegio, y también esperamos a que toda la gente se fuera para poder buscar aquel misterioso ordenador.
 
-Bien, Katuro ha hecho un mapa para ver en qué lugares…- En ese momento caí en algo- Espera, ¿y nosotras para que queremos un mapa si ya conocemos este sitio?
 
El se paso del modo sonriente al pensativo.
 
-Es verdad.
 
Todas teníamos esas gotas estilo anime en la cabeza. Pero en seguida nos pusimos a buscar el ordenador, no encontramos nada, solo piedras y palos. Hasta que uno de nosotros vió algo.
 
-Hey, chicos mirad, ¿que será este cubo?- dijo Cloe cogiendo el cubo.
 
-No sé, parece una cosa importante, y si la dejamos donde estaba, podría ser peligroso- dije algo nerviosa.
 
Katuro me observaba fijamente, y era justo lo que yo no soportaba, que me miraran fijamente a los ojos y a la cara.
 
-Espera, aquí hay un botón- y antes de que dijéramos nada, lo pulsó. Una luz demasiado reluciente y grande se mostro ante nosotros haciendo que nos tapáramos los ojos con los brazos.


*.*.*


-¿Dónde estoy?
 
Me desperté en un lugar desconocido, parecía una casa muy grande, llevaba un kimono azul celeste, una coleta arriba de la cabeza con un lazo del mismo color que el kimono. Cuando me di cuenta de lo que llevaba puesto, reaccioné.
 
-¡Hay dio mio! ¡¿Quién ha sido?! ¡Es el mejor regalo del mundo! Pero, ¿no decían que los quimonos en Japón costaban entre 5.000 yenes? Bueno, da igual, porque, ¡ahora me da igual si me lo quitan, porque ya lo he llevado puesto buajajajaja!- pare de reírme como una maniática después de 2 segundos- tío, soy rara…
 
En ese momento, me di cuenta de que estaba sola, y había mucho silencio, pero en seguida me puse a buscar por mi cuenta. En mi cabeza solo me daba vueltas un frase: “no me siento segura… no me siento segura…” se notaba que tenía miedo al no tener a nadie a mi lado. Cuando miré al suelo note un escalofrío que me corrió por la espalda, como si alguien me fuera a atacar por detrás, por lo que me di la vuelta muy lentamente, pero la persona o cosa que se encontraba detrás me toco el hombro haciendo que saltara del susto.

-¡ tenías que haber visto tu cara!-Dijo cloe riéndose a carcajadas.
 

 -Ja-ja-ja, que graciosa Cloe… ¿sabes que casi me muero del susto verdad?
 

-No me digas- Dijo, riendo aún más fuerte.
 

-Para de reírte ya, Cloe…
 

-bale bale, es que ha sido el mayor susto de la historia-Se seco las lagrimas de la risa que le habían entrado por culpa de ese desgraciado susto.
 

-Oh, por cierto Cloe, ¿sabes donde están Sara y Katuro?
 

-No, yo solo me he despertado en una habitación solitaria.
 

-Pues igual que yo entonces.
 

Las dos empezamos a buscar rápidamente, y nos relajamos según íbamos caminando por los interminables pasillos, ambas buscamos en varias habitaciones, y todas las habitaciones estaban 
vacías.
 

Entonces entramos en la penúltima sala que había, y encontramos otro pasillo, solo que esta vez aquel pasillo parecía más oscuro y más largo. Cuando Cloe y yo mirábamos fijamente al frente, vimos una cosa moverse, ambas enchinamos los ojos para intentar ver mejor, pero no hacía falta ya que aquella cosa no hacía más que dirigirse hacia nosotras.



Cloe y yo ni lo pensamos dos veces y nos fuimos pitando de allí. Mientras corríamos porque sabíamos que la extraña cosa que habíamos visto estaba justo detrás de nosotras, nos chocamos contra algo o alguien.
 
-¡Pero a ti que te pasa! ¡Déjanos pasar que hay un bicho raro…- Cloe se detuvo.
 
-Un poco de respeto, que yo también me he caído al suelo y no es que quiera estar en el suelo ¿sabéis?- Dijo una voz conocida
 
-¡Sara!- gritamos las dos a la vez. (Y por supuesto de que nos dimos cuenta de que podríamos habernos hecho el “chispas” solo que, no era el momento).
 
-¿Dónde has estado? Te hemos estado buscando por esta gigantesca casa todo el rato –dije.
 
-Primero, no es una casa, es un templo, y segundo, ¡yo también os he estado buscando! ¡¿Que creíais, que me quedaría de brazos cruzados viendo las viejas paredes de este viejo templo?!
 
-N-no…-dijimos Cloe y yo a la vez. Sara suspiró.
Entonces en ese momento por unos segundos hubo un incómodo silencio, pero, ese silencio nos ayudo para levantarnos inmediatamente ya que escuchamos un correteo por el pasillo, las tres intercambiamos miradas, pero las que más nos mirábamos éramos Cloe y yo porque que ya sabíamos quién o qué venia.
 
Todas nos levantamos en seguida, miramos hacia por donde venia el sonido y nos paramos un momento, pero, duro poco el esperar. En cuanto vimos a él “bicho” (según Cloe) salimos corriendo por todos los pasillos. Mientras corríamos, llegamos a un lindo jardín con un lago bellísimo. Seguíamos corriendo por la orilla del lago, pero yo como patosa que soy, me caí, justo cuando el “bicho” nos estaba pisando los talones, y encima es que yo era la más lenta de todas, ¿Por qué mierda me tuve que caer?
 
Entonces justo en el momento en el que me 

Entonces justo en el momento en el que me caí, casi caí en el lago pero por suerte solo me había caído en la hierba. Vi que el “bicho” estaba un pelín lejos y entonces pensé en que me daría tiempo a levantarme, pero no. El “bicho” se había caído sobre mí, y “juntos” caímos al agua.
 

El estaba cubierto de polvo, pero cuando cayó al agua pude ver su rostro, debido a que se le quito el polvo de encima, y lo vi.
 

 Me quite un peso de encima al saber que era Katuro el que nos perseguía todo el rato y que solo se podía orientar por el sonido que sacábamos, por eso no pudo ver donde me había caído.


*.*.*

Lo miraba aliviada, pero seguía teniendo los ojos cerrados, puede que le faltara el aire ya que no lo había cogido por el simple hecho de que no veía nada. Entonces lo tomé de la mano y lo lleve a la superficie para que respirara aire fresco.
 
Cuando lo llevé a la superficie tosió debido al agua que había tragado, y en cuanto abrió los ojos, dirigió su mirada hacia mí, yo le pregunte haber que tal estaba, pero se quedó callado. Después de un incómodo silencio abrió la boca.
 
-Alba…
 
-¿S-si?
 
-Tu ropa se ha transparentado...
 
Fue en ese momento cuando me aleje de él un metro después de darle un gran golpe en el brazo (como la última vez) y yo, como no, poniéndome nerviosa por el acto, tapándome con los brazos, estuve murmurando todo el jodido rato: “es solo un jodido pervertido, no se merece la muerte… es solo un jodido pervertido, no se merece la muerte…”
*.*.*
Nos pusimos a buscar después de un largo rato de planificación de donde se podría encontrar el bosque.
 

Localizamos un bosque, pero era demasiado pequeño, por lo tanto no podía ser aquel. Después, localizamos otro bosque y parecía perfecto, pero por desgracia fallamos otra vez, y así estuvimos varias horas hasta que oímos unos cuervos que venían de una maleza impresionante, parecía que solo había nubes negras para aquel bosque.
 

Nos acercamos a aquel misterioso y oscuro bosque. Cada paso que dábamos a la maleza del bosque nos ponía más los pelos de punta. Seguíamos buscando la nota, y seguíamos con los escalofríos. De repente sentimos la presencia de alguien que nos vigilaba, y oímos una rama romperse, miramos hacia atrás y vimos a un chico que iba vestido como un ninja, y se acercaba poco a poco. No nos podíamos mover, pero, Cloe no tenía mucho miedo y aunque solo fuera un poco de miedo lo que tenía, aun se podía mover. Cuando fue para intentar darle una patada, este lo esquivo y Cloe desapareció junto con él.


El supuesto ninja y Cloe aparecieron después de unos segundos detrás de nosotros.
 
-Sé lo que buscáis…-dijo el supuesto ninja en un susurro.
 
-…-no dijimos nada, solo miramos perplejos.
 
-Sé donde está lo que buscáis…-y esta vez soltó a Cloe que estaba exhausta.
 
-¿Como sabemos que podemos confiar en ti?-esta vez hablo Sara.
 
-Os diré y os guiare… si…
 
-Ya estamos…
 
-Si… me dejáis ser vuestro amigo.
 
-¿Qué?
 
-Es que… la vida en el bosque es muy aburrida…-dijo con un tono de niño-¿Aceptáis?
 
-¿Si…?
 
-Bien, seguidme…- y le seguimos. Todos teníamos cara de, este tío es raro…
 
Paramos en un árbol que parecía totalmente normal, pero cuando lo tocabas parecía metal
oxidado.
 

El ninja dio un golpe al centro del árbol y se abrió una mini puertita, y dentro se encontraba un cristalito verde donde ponía:”chikyū”
 

-Significa: “Tierra”- me dijo Sara sonriéndome.
 


-Entonces, si comparamos los dos cristales puede que el mensaje que pone en el cristal azul (recolecta de cristales) sea recolectar los 4 elementos, esto es, el: Agua, Tierra, Cielo, y Fuego. ¿No?- dijo katuro
 

-Eso parece.
 

El ninja nos aviso de que había un tipo de mensaje detrás del árbol con letra de color azul, y nosotros enseguida lo miramos atentos.



lunes, 23 de junio de 2014

Noticia Importante ^v^

Hola a todos, soy Alba como ya sabreis jeje espero que os este gustando mi blog con las aventuras que van a empezar a tener Sara, Alba y Cloe. Os queria avisar que los caps los subire los viernes y si veis que no es asi pues es por que habre tenido algun contratiempo o tenia que hacer algo y no pude. Bueno solo era eso, que disfruteis y chau chau Nya- gente.

SACaventuras capitulo 2




Capitulo 2

EL OBJETO BRILLANTE.


*.*.*
Me quede en shock al oír esas conmovedoras palabras, no sabía que decir, porque si decía algo, quizá le hería, necesitaba ayuda.

-Oye, Alba, ¿estás bien?

-…eh…eh…s-si- dije insegura.

Mientras yo seguía un poco en shock, algo me llamó la atención detrás de Katuro. Eran Sara y Cloe, y, de repente, se me iluminó la cara de la alegría que me daba verlas justo en ese momento.

Katuro, al ver mi cara, miro detrás suyo poniendo una cara confusa.

-Alba, ¿por qué has salido corriendo?- dijo Cloe, con seriedad dibujada en su rostro.
Sara asintió para advertirme de que Cloe tenía razón. Todos esperaban mi respuesta.

-Bueno, yo… es que Katuro me tenía que decir una cosa en privado.
*mentirosa* -Pensé

Cállate maldita mente.-Volví a pensar

-¿Qué?-le puse mi mano en la boca a Katuro para evitar que dijera nada que me delatase.

-¿Katuro?- dijo Cloe confundida.

-¿Eh?, ¡oh, sí! Perdonad- dije despistada.

-Este de aquí es Katuro Rainols, Katuro, estas son Cloe y Sara.

-Encantado- dijo con una sonrisa tonta en su rostro.

-Lo mismo digo Katuro- Sara de estrechó la mano, amistosa como siempre.

-Enca…- Cuando Katuro iba a presentarse con Cloe, ésta le agarro de la negra sudadera de él.

-Mira nuevo, te voy a decir una cosa, como le toques un solo pelo a Alba será mejor que estés preparado para la muerte.

-…-Katuro  no dijo nada por el miedo, pero Cloe después de hacer un pausa, siguió.

-¡Bueno, encantada!, Katuro… ¿es así? ¿no, Katuro?- ésta la miro con cara asesina.

-S-si.

-¡Bien!

Sara, y yo nos miramos algo nerviosas mientras Cloe le seguía mirando mal al pelirrojo.

-Bueeno, vamos a dar una vuelta que aún nos quedan 25 minutos de recreo y hay que aprovecharlos, ¿verdad?- sonreí intentando encubrir el momento incómodo. Afortunadamente, todos hicieron caso a lo dicho.

Todos dimos una vuelta al colegio mientras comíamos nuestro almuerzo. Entre nosotros había el típico silencio incomodo en el aire, hasta que un balón llegó a mis pies. Lo miré. También mire en ese momento como todos los chicos me miraban fijamente, esperando a que yo les pasara el balón. Les mire, tardé unos 3 segundos en reaccionar. Me escondí detrás de Cloe sonrojada, Cloe no paraba de negar con la cabeza mirándome y diciéndome con la mirada, *tienes que ser más atrevida Alba *.

En ese momento, Katuro me miro un poco confuso, después, Katuro cogió el balón y lo dejó en el suelo. Todos lo mirábamos con intriga. El miro hacia adelante y respiró hondo, hizo un movimiento con el pie y le dio una gran patada al balón. Todos mirábamos fijamente al balón, la forma en que “volaba”. Los chicos “futboleros” susurraron lentamente: *La patada perfecta…*.Después de eso
 Katuro los ignoró y siguió andando con nosotras.

-Chicas, no ha pasado nada, ¿vale?- dijo serio.

Las tres asentimos. Todos nos miraban perplejos ante la reacción de mi compañero de clase.

Después de pasar un  recreo no muy aburrido, sonó el maldito timbre otra vez, que nos avisaba que era hora para entrar a clase. Esta vez solo nos quedaban las dos últimas horas. Pero antes de despedirme de mis dos amigas, le dije a Cloe:

-Cloe, se me ha olvidado decirte que… ya pronto es tu cumple…- le dije con una voz pillína.

Ella echó una risa, y nosotras también sonreímos alegres.
Después de pasar dos desgraciadas y largas horas, me pare delante del tablón de anuncios. Hubo un papel en particular que me llamó la atención. Era un papel que hablaba sobre celebrar una fiesta de halloween el viernes, justo en el mismo día en el que Cloe cumplía los años.

Cogí ese papel y llame al número que estaba en la parte baja a la derecha. Cuando llame, me cogió un señorita con voz dulce y agradable. Le dije para hacer una fiesta reservada en su local, solo con nosotras tres, ya que yo sabía que Cloe no aceptaría a Katuro de ninguna manera, pasase lo que pasase.

Katuro me pidió que lo esperase, y así lo hice. Al reunirnos, le conté sobre lo que se me había ocurrido. A él le pareció bien y no le molestó no haaberlo invitado a la fiesta, algo que me extrañó en un chico. Aunque, por otra parte, me alegré, porque no tendría que insistirle a Cloe para convencerla de que lo invitase.

Mientras bajábamos las escaleras él me habló.

-Oe Alba.

-Mmm?

-No sabía que tenías los ojos azules.

-Es raro que un chico se fije en los ojos de una chica. –le dije tranquilamente

-¿Por?- se acercó más.

-C-como que, ¿por?- me sonrojé en ese momento… como no. Ojala tuviera la determinación de Cloe

-Oye Alba estas roja ¿te encuentras bien?

-E-estás demasiado cerca- intentaba apartarlo de mí para quedar a la misma posición que antes.

-Mmm? ¿Qué te pasa?

-Hey vosotros, ¿qué hacéis?

La bendita voz de Cloe apareció y en ese instante. ¡Gracias Cloe.!

-Si queréis os dejo, ¿eh? que no me importa- dijo con una sonrisa picara.

Yo me sonroje hasta más no poder, bajé normalmente las escaleras junto con Cloe y Katuro. Abajo nos esperaba Sara, algo que era raro en ella era que bajara la primera. Nos saludo y Cloe y yo nos miramos leyéndonos la mente, metafóricamente hablando claro.

Después de relajarnos un poco del estrés debido a las clases y el aburrimiento que pasábamos en ellas, vi algo que brillaba detrás de unos árboles gigantes. Katuro me miro extraño y miro en la misma dirección que yo y él lo vio también. Intenté ir pero tenía hambre, y pensé que a la tarde como nos tocaba venir aquí otra vez lo vería antes que Sara y Cloe. Además, Katuro también lo había visto. Lo miré y cuando nos dirigimos a casa con Cloe, me dijo para quedar para ver aquella cosa tan extraña que brillaba con la luz del sol.

*.*.*

Llegué a casa cansada (como siempre), deje la mochila a un lado de mi escritorio y me masajee  los hombros, hasta que mi madre me llamo diciendo que la comida ya estaba lista. Fui a la cocina y me senté en la mesa junto con mi padre y mi hermana, yo pregunte que había para comer pero mi madre, no habló y me puso la comida en el plato mientras yo me sentía completamente ignorada.

*.*.*

(En frente de la escuela)

-¡¡Katuro!!

-Hola Alba, llegas tarde- me dijo serio.

-Perdona, pero me han tenido ocupada en casa con tanto preparar la mochila para ir al cole a la tarde…- el me tapo la boca con la mano mientras hablaba, lo que me molestó bastante.

-¿Calla, vale?- me sonrió.

Le quite la mano que estaba sobre mí boca y él me dijo esto:

-Estás muy linda cuando te pones de esa forma- rió pícaramente, haciendo que yo me sonrojara bastante.

-Bueno, ¿vamos a ver esa cosa tan brillante?- dije, intentando ignorar lo que había dicho.

Asintió y dejamos la conversación de lo linda que era yo. Esa frase seguía en mi cabeza mientras nos dirigíamos a los árboles que tenían aquella cosa tan misteriosa.

Cuando llegamos, nos pusimos serios y Katuro fue el primero en comprobar haber que era esa cosa tan brillante.

Yo me acerque más a él para observar mejor esa cosa, pero antes de ver lo que era aquella cosa,Katuro se paro y me miro haciendo un movimiento con las cejas, para señalar que estaba cerca suyo.

Yo le miré enfadada y sonrojada a la vez y le golpee en el brazo.

Después de marcarle el brazo, prosiguió con lo que estaba haciendo. Ahora él era el que se veía lindo, pero esta vez serio y rojo… ¡¿PERO QUE ESTOY DICIENDO?! Este me está comiendo el coco, cuanto antes terminemos mejor.

Cogió aquel objeto. Pregunte por curiosidad que era, pero él no respondió. Sin embargo, me lo mostro con interés y yo también (como no) lo mire con interés.

Era un trozo de cristal azul celeste, el cual se reflejaba a la perfección con el sol. Lo miré fijamente y me di cuenta de que tenía un tipo de escritura que se me hacia familiar.

-Bien, creo que ya se a quien preguntar a cerca de la escritura.

-¿En serio?- pregunto él, sorprendido.

-Claro, como no- mostré una sonrisa picara a la vez que malvada.

El se mostró confundido y asustado, pero para que dejara de poner ese careto yo le sonreí.

Empezó a venir gente y yo por vergüenza a que me vieran con Katuro corrí hacia la detrás de la escuela en una esquina para que nadie me viera, y de paso, para esperar a Cloe y a Sara, ya que desde esta esquina podía ver por los dos lados por los que podrían venir ellas. Estaba tensa pero cuando vi que en aquella esquina no me podía ver nadie, me senté en el suelo con toda la calma del mundo y cuando cerré los ojos al bostezar, me despisté y Katuro apareció en frente mío con cara confusa.

-¿Es que acaso no has dormido bien hoy?

-La verdad es que no, estaba pensando en que sería aquella cosa que brillaba y… (Bostecé de nuevo)…ahora que lo miro…- me pare al ver las letras que contenía.

En ese momento observe a mis alrededores con esperanza de que llegarían ellas para que viesen aquello. De repente vi a Cloe andando tranquilamente y a Sara por el otro lado. Por un instante vi que se miran fijamente y se paran. O no otra vez no…

-¡CARRERAAAAA!- dijeron las dos a la vez gritando a los cuatro vientos por la calle. Las dos corrían desesperadas para luego preguntarme…

-¡¿QUIEN HA GANADO?!- se miraron y por si no lo sabéis, ya vinieron.

-¡CHISPAS!- ¿algo más que añadir? Pero, la buena noticia era que las dos ahora estaban en plena tranquilidad y para mí un descanso y silencio por parte de ellas dos.

-Chicas habéis llegado las dos a la vez, aunque... creo que ganó Cloe- Cloe hizo un sonido de victoria con la garganta y Sara, puso un rostro de odio pero con cariño.

-Y ahora Cloe, Cloe, Cloe y Sara, Sara, Sara, mirad esto- les mostré aquel cristal tan misterioso, y se sentaron intrigadas ante aquel objeto. Se lo di a Sara, ya que ella era como una wiki pedía humana. Y después de analizarlo por un momento, me dijo alta y claramente:

-Esto es idioma Japonés.

domingo, 22 de junio de 2014

SACaventuras capitulo 1


Capitulo 1

NUEVO COMPAÑERO


*.*.*

Una mañana me levante bostezando (como siempre), sentía esa pesadez en mi cuerpo justo cuando me senté en mi cama. Mire por la ventana, el cielo se veía genial por las mañanas.
 

Después de tumbarme dos minutos más, mire a mi muñeca donde se encontraba mi reloj. 

Eran las siete y diez, tenía que vestirme para después irme a la escuela.
 

Después de vestirme fui a la cocina, y me preparé un cola cao con una magdalena. Cuando terminé me fui al lavabo y me lavé los dientes.
 

Cuando vi que eran las ocho menos cuarto tomé mi mochila y me dirigí al colegio, que se encuentra a unos cuantos metros de mi casa. Justo en frente de la puerta se hallaba mi amiga Cloe. Ella vestía una camiseta roja, pantalones vaqueros largos, unas zapatillas rojas y un collar de cuerda negra con un símbolo medieval. Su hermoso pelo morado lo llevaba suelto, tenía flequillo y ojos verdes tan claros como la hierba desgastada al sol.
 

Me dirigí corriendo porque noté que me esperaba.
 

-Hola Cloe, ¿como estas?
 

-Hola Alba pues aquí como siempre –dijo riendo.
 

Cuando iba a decir algo una voz me llamó la atención. Era la dulce voz de mi amiga Sara, que venía tarde como casi siempre. Últimamente estaba llegando puntual, por lo que a Cloe y a mí nos resultaba raro y pensábamos que se iría a acabar el mundo.
 

Metafóricamente hablando, claro.
 

Sara vestía una camiseta blanca parecida a la de Cloe, solo que esta tenía toques de rosa en los de los tirantes, también llevaba una falda morada con un cinturón (de un morado más oscuro) puesto. Aparte de eso, también llevaba unas botas que le llegaban por debajo de las rodillas. El pelo era castaño, lo llevaba suelto y tenía un flequillo único que llegaba hasta el entrecejo.
 

-Hola Sara, últimamente te estás superando. Probablemente un día de estos se acabará el mundo, ya lo verás-comentó sarcásticamente Cloe con una sonrisa burlona en la cara.
 

-¡Hola Sara!- Solté una risita
 

-¡Hola chicas!- Dijo alegremente.
 

A Sara se le notaba un poco dormida, por la cara y por el tono de voz, se le veía cansada, 

¿Qué estaría haciendo a noche?
 

-Hoy es lunes…- dije de un modo melodramático.
 

-Que se le va ha hacer- esta vez fue Sara la que habló apagadamente mientras Cloe escuchaba la conversación.
 

-Hey chicas ¿sabéis que?- por fin Cloe habló.
 

-¿Qué?- dijimos Sara y yo al unísono.
 

-¡Chispas!- de nuevo Sara y yo gritamos.
 

Las dos nos tuvimos que quedar calladas, pero al parecer animamos un poco la odiosa mañana de un desgraciado lunes. Aun así, Cloe empezó a hablar después de nuestra escenita juguetona.
 

-Tengo música nueva- dijo con tono juguetón moviendo sus manos de derecha a izquierda en modo de paz, con los dos dedos de ambas manos levantados.
 

Sara y yo intentamos reírnos sin hacer ningún ruido, ya que no podíamos después de hacernos chispas, para eso había que decir nuestros nombres tres veces.
 

-Bueno, ha sido un buen momento… venga va, Alba, Alba, Alba y Sara, Sara y…- se paró en modo broma solo para hacerla rabiar.
 

En ese momento tocó la alarma para hacernos saber a los alumnos de que era la hora de entrar a clases.

-…y Sara.
 

-¡Al fin! ¡Gracias! Bueno, entremos a clase. Qué pena que estemos las tres en aulas diferentes, pero bueno… es lo que hay…- dijo Sara con pena.
 

-Si… deseo con ganas el verano…-dije con pereza.
 

- ¡Pero si estamos en invierno y el viernes es halloween y cogemos fiesta una semana entera!
 

- Pero no me vale, quiero las de verano. ¡Oh! y no digo que no me guste halloween pero necesito un descanso, soy demasiado vaga para subir unas simples escaleras…
 

-Ah, y por cierto Cloe, sobre la música nueva… ya nos la enseñaras ¿no?-dije con una sonrisa que pareciera dulce.
 

 -¡Claro! ¡Bueno me voy nos vemos!-dijo Cloe con una sonrisa falsa, porque yo notaba que tenia mas pereza que yo, y creo que Sara también lo notó.

Cuando empezamos las clases, todos nos sentamos en nuestros pupitres y vino nuestro profesor.
 

-Bien empecemos la clase de matemáticas- Genial, lo que me faltaba, una clase de mates por la primera hora de la mañana, esto no podría ir peor.
 

-Pero antes…-¿qué? Esto es nuevo… me estoy poniendo nerviosa, bueno más bien me está poniendo nerviosa.
 

-Hoy tenemos un  alumno nuevo en clase, espero que lo tratéis bien- cuando el profesor hizo una pausa para dejar entrar al alumno nuevo todos nos quedamos con cara de asombro antes su curioso atuendo.
 

-Y chico, por favor, no lo presionéis demasiado de momento. Además no tiene porqué estar con vosotros por que vosotros queráis ¿vale?
 

Los chicos el miraron una mirada como enviando un mensaje diciendo: “nosotros haremos lo que queramos viejo calvo”
 

Yo me reía por sus caretos desafiantes con el director, por un segundo me fijé en el nuevo chico, pero entonces cuando mire me fije en que el chico nuevo me miraba fijamente. Me quedé pensativa después de apartar la mirada. ¿Era raro que aquel chico me mirase de esa forma? Bueno, a mí me da totalmente igual porque la teoría de Sara, Cloe y yo es que todos los chicos son igual de idiotas, y de seguro este sea igual.


-Ejem, nuestro nuevo alumno se llama Katuro Rainols-me pareció extraño el nombre y el apellido, pero bueno, no he dicho que me queje… Espera, ¿porque estoy opinando? No es que me importe... De momento, lo único que tengo que hacer es…
 

-Hey, tu- ¿Eh?
 

Una voz desconocida me levantó de mis pensamientos.
 

-Oye ¿me puedes decir tu nombre?
 

-¿Qué?
 

-Que cómo te llamas.
 

-¿Por qué no se lo preguntas primero a los chicos o a las chicas de allá, las que son tan ‘’interesantes’’?
 

-Porque tú me resultas interesante.
 

-¿C-como?- ¿Qué mierda dice este ahora?
 

El me miraba fijamente y después de 4 segundos, me fije de qué él había escogido el sitio que 
tenía a mi lado izquierdo, justo al lado de la pared. ¿Por qué se tenía que sentar justo ahí?
 

Ahora cuando toque hacer un trabajo a parejas me tocaría con él, ¡genial! (nótese el sarcasmo).
 

-Bueno, supongo que tendré que presentarme, ya que  vamos a ser compañeros de clase-le dije poniendo sonrisa falsa. La verdad, no quiero tener nada que ver con chicos. -Soy Alba Mineblue. Encantada- ese día llevaba una camisa blanca de menos de media manga, una corbata azul cielo de rayas azules y blancas, una falda azul oscuro con dos cinturones, uno lo ponía en un extremo de la falda para que quedase bonito, en mi opinión. Llevaba botas altas que me llegaban por debajo de las rodillas, decoradas en forma de equis pintados de un color blanco y negro que le daba un tono simétrico. El pelo lo llevaba suelto, igual que mis amigas, solo que yo tenía el pelo rubio y ojos azul oscuro. No sé porque pero, siempre que había niebla o algo por el estilo se me oscurecían.
 

-Encantado, Katuro Rainols- dijo directamente, sonriendo y alzando su mano para estrecharla contra la mía.
 

-Lo sé- dije sonriendo divertidamente.
Puso una cara confundida pero segundos después se acordó.
 

-Aaaah, si, ya me habían presentado.- Dijo riendo.
 

Después de eso nos reímos a carcajadas y llamamos la atención de todos los compañeros de clase. Yo me sonroje al ver que todos mis compañeros y compañeras de clase me miraban fijamente, lo que hizo que me pusiera nerviosa.
 

Momento después empezamos la clase de matemáticas, lo que más odiaba.
 

Después de pasar toda una hora eterna en clase de matemáticas, toco el bendito timbre.‘’Al fin’’ pensé.
 

-Alba- me dirigí a la persona que me llamaba.
 

-Oye Alba ¿quieres venir conmigo y perder esta clase?- era Katuro, como no. Espera, ¿se estaba refiriendo a hacer pellas?
 

-Ah… Katuro, perdona, pero aparte de que no quiero hacer pellas ya que tenemos clase de música, no me fio mucho de ti. Es decir, te acabo de conocer.
 

-Je, me caes bien- Nos acabamos de conocer y ¿ya me está llamando amiga, sin apenas conocerme?
 

Vino el profesor de música. Lo único que hacíamos en clase de música era ver videos en “youtube”, y a mí me gustaba como a todos, creo. Pero preferiría ver series anime. Sí, soy una Otaku igual que mis amigas Sara y Cloe.
 

La clase se me paso volando ya que tocó el timbre. Era la hora del recreo.
 

-Alba, siempre la ultima, ¡Es queeee!- me dijeron las dos al unísono.
 

-¡Chispas!- otra vez con lo mismo… bueno, al menos no me aburría porque ellas siempre me hacían reír. Aún recuerdo la primera vez que nos unimos y creamos nuestro grupo:
 

*.*.*
 

“Estaba en el recreo, me aburría, estaba sola. Fue entonces cuando las vi reír en un banco de madera. Me acerqué. Cuando estuvimos hablando nos conocimos mejor de lo que ya nos conocíamos, y de repente, así sin más, Cloe menciono sobre hacer un grupo, ya que teníamos muchas cosas en común. Yo acepte y Sara también lo hizo, todas nos alegramos y hablamos tanto que nos quedábamos sin aliento. Hasta que sonó (como no) el maldito timbre. Después de dos horas de clase nos encontramos en la puerta y empezamos a hablar un cuarto de hora, hasta que nuestras tripas comenzaron a tronar (teníamos hambre) y decidimos que era la hora de ir a casa y tomar la comida del mediodía”
 

*.*.*
 

En ese momento me sentí tan feliz…
 

-¡Alba!- mientras yo me reía me llamo una voz muy familiar.
 

Me giré y vi un muy alegre Katuro que me llamaba y se dirigía corriendo hacia mí.
 

-¿Qué?!- salí corriendo en dirección contraria a él y mis amigas me miraron con una cara de ‘’WTF está haciendo’’.
 

-¿Eing, Por qué corre?- se pregunto Katuro poniendo cara de confusión.
 

Sara y Cloe se quedaron calladas, creo que tenía que decirles el nombre tres veces ya que aún seguían en chispas… ups.
 

-¿Sabéis a donde ha ido Alba? ¿Sois sus amigas?- las dos asintieron sin decir una palabra.
 

Cloe y Sara se miraron mutuamente, como si intentaran comunicarse telepáticamente, y sus rostros mostraban cara de: “si no dice nuestros nombres tres veces el resto del día, la mataremos a puñetazos”
 

Cuando me encontré sin aliento pare, y poco después (desgraciadamente) Katuro me encontró. Por suerte (o no) Cloe y Sara no se encontraban ahí.
 

-Alba…- ¿Cómo es posible que no soltara ni una gota de sudor? Y lo más raro aun, es que no le veía cansado.-…te venía a decir que lo he estado pensando y…-me estaba poniendo de los nervios.-… ¿quieres ser mi amiga?- y me perseguía, ¿solo para decirme eso?
 

-De acuerdo pero… ¿es que acaso no puedes hacerte otra clase de amigos?- ¿por qué tengo que ser yo? Pensé.
 

-Pero yo quiero estar contigo…-creí que iba a decir algo mas … -Eres la única amiga que tengo aquí.